El espectáculo fotográfico


27 de Junio de 2019

Artículo recuperado de José Carlos M. Robles

Quizás resulte atrevido hablar en estos términos de la fotografía. Sin embargo, la reciente lectura de la última obra de Mario  Vargas Llosa “La Civilización del Espectáculo” me he conducido de forma inexorable a hacer alguna reflexión en torno a la fotografía y  la incuestionable transformación que viene sufriendo en los últimos años, no solo de la mano de la llegada de la revolución digital, sino de la progresiva decadencia cultural que parece invadirnos. La utilización de término incuestionable la refiero en cuanto a sus cambios objetivos, no a sí estos son o no aceptables, discutibles, transgresores, irreversibles, loables, triviales, desnortados, incoherentes, mediocres o todo lo contrario.

La cuestión de si toda fotografía es arte, incluso la acotación del  propio concepto de fotografía es cuestión que dista de ser pacífica. ¿Es la fotografía una forma de arte o más bien se ha transformado en un espectáculo?

 

El propio Vargas Llosa dijo recientemente en una entrevista concedida al diario El País:

“Una civilización que ha producido Goya, Rembrandt, Mahler, Goethe no es despreciable, no puede ser despreciable”

En  “La Civilización del Espectáculo” Vargas Llosa escribe:

“La banalización de las artes y la literatura, el triunfo del periodismo amarillista y la frivolidad de la política son síntomas de un mal mayor que aqueja a la sociedad contemporánea: la idea temeraria de convertir en bien supremo nuestra natural propensión a divertirnos. En el pasado, la cultura fue una especie de conciencia que impedía dar la espalda a la realidad. Ahora, actúa como mecanismo de distracción y entretenimiento. La figura del intelectual, que estructuró todo el siglo XX, hoy ha desaparecido del debate público”.

El público acude a un espectáculo para disfrutar de una representación, de una actividad que le produce disfrute, esparcimiento, deleite intelectual y otras pasiones o afectos. Entre los efectos que consigue en el espectador está el hacerle olvidar por un instante sus problemas y preocupaciones mundanas de tal suerte que, con cada vez mayor frecuencia el hombre moderno, acuciado por la hostilidad del entorno en el que vive,  recurre a ellos con fruición muchas veces sin discernir en su calidad,

Muy consciente de las deficiencias de mi formación, durante toda mi vida he procurado suplir esos vacíos, estudiando, leyendo, visitando museos y galerías, yendo a bibliotecas, conferencias y conciertos. No había en ello sacrificio alguno. Más bien, el inmenso placer de ir descubriendo cómo se ensanchaba mi horizonte intelectual,  pues entender a Nietzsche o a Popper, leer a Homero, descifrar el Ulises de Joyce, gustar la poesía de Góngora, de Baudelaire, de T.S. Elliot, explorar el universo de Goya, de Rembrandt, de Picasso, de Mozart, de Mahler, de Bartók, de Chéjov, de O’Neill, de Ibsen, de Brecht, enriquecía extraordinariamente mi fantasía, mis apetitos y mi sensibilidad.

Hasta que, de pronto, empecé a sentir que muchos artistas, pensadores y escritores contemporáneos me estaban tomando el pelo. Y que no era un hecho aislado, casual y transitorio, sino un verdadero proceso del que parecían cómplices, además de ciertos creadores, sus críticos, editores, galeristas, productores y un público de papanatas a los que aquéllos manipulaban a su gusto, haciéndoles tragar gato por liebre, por razones crematísticas y a veces por puro esnobismo.”

Perdóneseme la osadía, no pretendo yo emular a Vargas Llosa, pero sí alentar a preguntarnos como fotógrafos que somos cual es nuestro bagaje y hacia dónde debemos caminar si tenemos pretensiones artísticas. Fácilmente puede deducirse cuan complejo es aventurarse a resolver la cuestión sobre lo que es arte en el terreno de la fotografía,  interrogantes  que no  pueden ser solucionados de un plumazo en apenas unas líneas. Mucho menos  solventar las carencias formativas que nos atosigan en estos momentos de crisis no sólo económica, sino también de valores, cultura, identidad e incluso espiritualidad.

En 1888 Kodak puso a la venta la Kodal#1, la primera cámara portátil destinada al fotógrafo amateur. En poco más de un año un millón y medio de cámaras estaban en manos de los aficionados. Asombrados por las múltiples posibilidades que el instrumento ofrecía se lanzaron a una frenética carrera disparando su instrumento convulsivamente. Estos paladines fuero conocidos como snapshooters o cazadores de instantáneas.  Un siglo más tarde la irrupción de la fotografía digital ha reverdecido ese aluvión de artistas fotógrafos. Precio y valor, cantidad y calidad, parece que la maraña de información entretejida no hace sino ponernos las cosas más difíciles.

No cabe duda de que la fotografía digital ha cambiado muchas cosas. Joan Fontcuberta, en un artículo publicado en La Vanguardia digital se pronuncia sobre los usos y situación de la fotografía digital. Fontcuberta nos dice:

“La fotografía digital habita por internet y sus portales, es decir, las interficies que hoy nos conectan al mundo. Hoy Alonso Quijano no enloquecería leyendo novelas de caballería sino frente a una pantalla de ordenador. Las fotos ya no recogen recuerdos para guardar sino mensajes para enviar o intercambiar.”

En su tesis “Lo fotográfico. Por una interpretación de los desplazamientos”,  Mª Soledad García Saavedra dice.

Comúnmente, la fotografía o la foto, es identificada por un observador o espectador como  semejante a un objeto de la vida real. La relación entre el objeto real y el objeto  representado en una fotografía ha determinado la inscripción de este medio en la gran mayoría de los hogares. La función primordial de la fotografía es el relato de un acontecimiento pasado: confirma un viaje, el paisaje, la fiesta, un cumpleaños, el pasar de los años, etc. Sin embargo, su uso ordinario no habría podido instaurarse de no haber sido,  por el crecimiento continuo de una industria fotográfica. Su procedencia industrial contempla su evolución en la sociedad, y, como tal, la fabricación de diversos aparatos fotográficos cada vez más simples de llevar, pero cada vez más complejos de utilizar. Los medios auxiliares de una cámara fotográfica (lentes, filtros, zoom, etc.) han enriquecido su utilización, configurando un medio fructuoso para las diversas disciplinas.

 

LAS IDEAS – ALGUNOS CONSEJOS

Las grandes ideas no siempre  producen grandes fotografías, pero son un buen punto de partida. Pensar  serena y reflexivamente siempre es un buen ejercicio. La búsqueda de una idea, una temática que tratar es un camino difícil  y arduo, pero sin duda merece la pena. Quizás un buen punto de partida sea preguntarse por lo que le gusta a uno, aquello que le apasiona y atrapa irrefrenablemente, algo sobre lo que siempre quisiste contar una historia, una aventura no emprendida y  anhelada que aguarda el momento propicio.

 

Teniendo presente ese necesario análisis en busca de la idea, las posibilidades de la creación fotográfica según  OTTO STEINERT pueden resumirse  en cinco :

  1. La elección del objeto.
  2. Aislarlo de la naturaleza.
  3. Utilizar la visión en perspectiva fotográfica.
  4. Cuidar la transposición en la escala de los tonos fotográficos.
  5. Aislamiento de la temporalidad debida a la exposición fotográfica.

La suma de esos cinco pasos está presente en toda creación fotográfica. Creación que, por otro  lado nos plantea la pregunta de hasta que punto las decisiones del fotógrafo en ese proceso constituyen una manipulación de la realidad. Para Fontcuberta, hablar de fotografía manipulada es una tautología. Según el autor, en su célebre ensayo “El Beso de Judas”  todo mensaje tiene una triple lectura: objeto,  sujeto y medio. Por otra parte en toda producción artística, en este caso fotográfica, debemos tener presente el eterno y contrapuesto juego entre la foto del autor y la foto del espectador.

 

BRAINSTORMING – 10 CONSEJOS PARA FOTÓGRAFOS

En 1938 Alex Faickney Osoborn acuño el término Brainstorming para designar un proceso de búsqueda de ideas creativas y originales, una técnica concebida en principio con carácter grupal que pretendía liberar a los participantes de prejuicios, ataduras e ideas preconcebidas. Como estrategia de base puede ser adoptada por el fotógrafo,  para ello  se sugiere elaborar una lista donde se anoten todas  las ideas que se nos ocurran, aplazando los juicios para momentos posteriores, en esta fase cualquier ocurrencia, por descabellada que parezca, es bienvenida.

 

  1. Prepárate para tomar nota.  Hazte con un folio y un lápiz para anotar tuis ideas.
  2. Escribe la idea principal en el centro de la hoja y rodéala con un círculo.
  3. Deja fluir tu mente y apunta las ideas que surjan a partir de la inicial.
  4. No hagas juicios de valor ni pongas límites a cualquier idea,  por extravagante que pueda parecer.
  5. Agrupa las ideas semejantes con líneas, conectores o círculos.
  6. Establece unos criterios para seleccionar las ideas.  Puedes también establecer  una puntuación para cada una de ellas.
  7. Elabora Storyboards. Se trata de viñetas donde dibujar libremente la  idea en mente para su posterior ejecución.
  8. ¿Cuándo acabar? Difícil pregunta, debes estar seguro de haber agotado las posibilidades. En cualquier caso, el tiempo no debe ser tu preocupación, las ideas pueden agotarse en 10 minutos o en media hora. El ritmo y el esfuerzo o el cansancio te aconsejarán cuando detenerte incluso retomarlo.

 

EL ENSAYO

El ensayo fotográfico  es un género practicado con profusión en la fotografía. Este modo de trabajar se caracteriza básicamente por la producción de una serie de imágenes  que situadas en un contexto espacio temporal y, presentadas en una determinada ordenación, generan un documento narrativo con un hilo conductor basado en una historia con marcado carácter visual. Otros, sin embargo, se limitan a presentar una serie de imágenes sobre un tema concreto sin pretensiones narrativas, como bien puede ser una colección de paisajes, un estudio sobre el color, la soledad, etcétera.

 

Fotógrafos como James Nachtwey, Lewis Hine, Bruce Davidson, Sebastiao Salgado, Ramón Masats, Ricard Terré o Cristina García Rodero son destacados ensayistas, pero sin duda el precedente más destacado y bautizado como “padre del ensayo” fue el norteamericano W. Eugene Smith. Otros  renombrados ensayistas españoles son: Joan ColomGabriel CualladóFrancisco Gómez,  Carlos Pérez SiquierAlberto SchommerOriol Maspons,  Julio UbiñaFrancesc Catalá RocaGerardo VielbaXavier MiserachsLeopoldo PomésRamón BarguésFrancisco Ontañón o Tino Soriano.

Hoy más que nunca la fotografía ha adquirido un status enciclopédico, por tanto, hablar de fotógrafos y fotografía no resulta fácil. La mayoría de la veces sobrevaloramos nuestra propia obra y criticamos demasiado alegremente, sin fundamentos y carentes de conocimientos, la fotografía de otros. De todo esto y más hablaremos en el CURSO DE PROYECTO DE AUTOR & IDEAS PARA FOTÓGRAFOS que se impartirá en la escuela los días 20 al 22 de Julio. Haremos en el mismo un recorrido por algunos autores que introdujeron nuevas vías de entender la fotografía y relacionarla con su mundo. El estudio de maestros de la fotografía como Dorothea Lange, W. Eugene Smith o Ernst Hass sus novedosos, esmerados y esforzados trabajos nos brindarán la oportunidad de entender el proceso creativo y decidirnos a proponernos abordar nuestro propio proyecto.

 



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